martes, 8 de enero de 2008

Reseña The Lion King Broadway

The Lion King

Hace 14 años fuí al Auditorio Nacional a la première de la última película de Disney, la que todos en esa empresa llamaban “el otro proyecto, el no importante”. Al salir de la première mi tía me preguntó si me había gustado y a mis escasos once años y medio, honestamente le conteste que había visto la que probablemente fuera la mejor película de Walt Disney, The Lion King.

El pasado sábado 5 de enero fuí testigo de la que para mí ha sido la mejor obra musical que había visto en mi vida.

En 1997 me enteré por medio de revistas que Disney planeaba hacer El Rey León en Broadway debido al éxito de La Bella y La Bestia (que por cierto es una buena obra también) y por mi mente pasó el mismo pensamiento que se posó en la mente de todo el mundo cuando escucharon la noticia ¿Botargas de Disney cantando en Broadway? ¡Pero que demonios sabía yo o el resto del mundo!

El excéntrico pero al mismo tiempo genio de Michael Eisner (entonces presidente de la compañía) supo lo que dijo cuando anunció que la siguiente obra sería El Rey León. Contactó a la mejor y más innovadora directora del “Nuevo Broadway”, Julie Taymor, para hacer algo impresionante y cerrar la boca de todos los críticos.

Según cuenta la leyenda, en la primera junta, Julie habló solo de la música, mientras todos seguían rascándose la cabeza sobre como harían lo imposible, ella quería que la música evocara a la cultura africana mas que a las canciones de la película, que avanzaran la historia remarcando sentimientos importantes y la verdad sea dicha, lo logró a la perfección.

Para mí, la llegada de esta obra significaba la conclusión de una larga espera, desde que ví por primera vez (y de pura suerte) los Premios Tony de 1997 en los que The Lion King arrasó con todas las categorías principales y en donde presentaron en vivo la canción que abre la obra, “Circle Of Life”, desde la primera imagen supe que era algo completamente distinto y quede enganchado, no sabía como iba a hacerlo pero tenía que ver esa obra pronto.


Pero por circunstancias ajenas a mi, fue hasta que OCESA y CIE decidieron traerla a nuestro país y verdaderamente me dejaron emocionado hasta la medula.

Hay algo que en verdad es castroso de estos eventos, cuando puedes costear los boletos caros tienes que enfrentarte a personas que dicen ser “de la alta sociedad” o tambien en el caso de quienes se sentaron junto a mi, la típica pareja que se la pasa diciendo todo lo que saben de la obra pero al momento de la obra solo cantan las canciones de Elton John. Frente a mi se sentaron 7 de una familia (el hecho de que fueran judíos es irrelevante, aunque vale la pena mencionarlo para referencia): El papá de todos que se siente con derecho de hablar a gritos todo el tiempo, la mamá con jeta de que odia estos eventos pero se los tiene que aventar porque sus hijos ya son grandes y sus nietos querían ver la obra, el niño de 7 a 10 años que se quedó dormido a la mitad, las dos hijas adolescentes que se la pasan hablando en la obra como si fuera “el cafecito”, el otro hijos precoz que para todo preguntaba que era lo que decían en la obra aun cuando las pantallas gigantes a los lados del escenario tenían subtítulos y finalmente la tía que todo compra antes de la función y que se la pasa haciendo ruido con las bolsas de plástico.

Con todo y la hermosa familia judía frente a mí y la pareja a mi lado, debo decir que nada me pudo interrumpir en este momento verdaderamente mágico. Las luces se apagaron exactamente a las 7:31 de la noche, se levanta el telón y Rafiki comienza su llamado.


Mencioné antes el primer video que tuve de Circle of Life pero la verdad nada se comprara a verlo en vivo, los cantantes en los palcos del Auditorio respondiendo al canto de Rafiki, los animales caminando por los pasillos para sorpresa de todos.

Tal vez es este el momento mas difícil de la obra porque aquí comienza el “salto de fe e imaginación” que la puesta demanda de su audiencia, el siempre ver a las personas personificando animales puede confundir durante este primer numero pero todo es pan comido después, el público aceptó de inmediato el hecho de ver estas creaciones en el escenario.

Una de las cosas que en verdad alabo de El Rey León es que durante las casi tres horas de obra, no siempre ves la historia como la viste en la pantalla, aquí es mas bien mitad relato, como si estuvieras junto a un coro griego escuchando la historia del cachorro que tuvo que encontrar su lugar en el mundo. El uso de cantos africanos es lo que hace una pieza excepcional de esta obra, un ejemplo es que después de Circle of Life, el personaje de Rafiki pasa todo el primer acto y la mitad del segundo hablando en suahili pero no por eso cuesta trabajo entender que te dice, lo explica tan bien que no necesitas una lengua que puedas entender para captar el mensaje.


El escenario es una fuerza por si sola, puede no haber actores en la obra y el escenario se llevaría las palmas. Los trazos africanos parecen simplificar cada parte de la escenografía y la tecnología es una herramienta que se utiliza solamente en donde se necesita, pero estas tan distraído por la belleza de los escenarios y la iluminación que cuando hay un efecto especial lo tomas como parte del show y nunca como evento principal.

Entre mis favoritos está la cosa mas simple del mundo, una plataforma inclinada en la mitad del escenario, una luz azul y una manta que poco a poco va desapareciendo al centro de la plataforma mientras un hombre con unos buitres va caminando por el escenario, con algo tan simple te muestran como las tierras del Rey se van consumiendo y deteriorando bajo el mandato de Scar. Simple, efectivo y verdaderamente hermoso.

La técnica Bunraku es aquella en la que se utilizan marionetas para contar la historia, aquí se utiliza de manera magistral para contarte fragmentos de escenas que se verían ridículas si fuesen actuadas por los humanos en un espacio tan pequeño, como Simba y Mufasa caminando, Scar y Simba yendo hacia el acantilado o Nala persiguiendo a Pumba. Pero la que se lleva las palmas es Timón, el actor está completamente pintado de verde como si fuera pasto y aunque lo ves todo el tiempo, su actuación es tan impresionante que por momentos dejas de prestarle atención al actor para ver a la marioneta de Timón.


El vestuario juega un papel importantísimo como era de esperarse, aquí se aplaude la creatividad de Julie Taymor que nos brinda las formas de los personajes para que uno pueda reconocerlos pero estilizados sin perder el toque africano, tal vez Timón y Pumba sean los que mas se asemejan a sus versiones cinematográficas. Mi preferido fue el disfraz de Scar quien parece tener una armadura de ramas simulando huesos (probablemente para simular que es extremadamente flaco y débil), la parte que es su piel forma un tipo de traje aristocrático mostrando que es miembro de la Familia Real y el bastón le da categoría y le ayuda a simular su caminar como león, pero es la máscara la que te convence por completo ya que cuando tiene que estar enojado, se baja para cubrir el rostro del actor (impresionante voz por cierto).


Aquí debo hablar también de algo que para muchos puede sonar ridículo pero en verdad necesitan verlo en acción para entenderlo, los actores y bailarines no solo representan a los animales, también son la flora. Si estuviera mal hecho (como Que Plantón!) entonces sería el primero en mencionarlo, pero los trajes están tan bien hechos que en lo ultimo que te fijas es en el guey con pasto en la cabeza. Algo que funciona de maravilla en Can You Feel The Love Tonight


Ahora si, hablemos de la historia, todos conocemos la historia de la película, pues como he dicho, esta es la versión extendida y estrictamente no para niños, no porque sea grafica ni morbosa sino por los temas que se tocan con cada personaje, Mufasa es un Rey justo pero te mencionan que en su infancia fue exactamente como su hijo y Zazú no solamente es su mayordomo, es su mejor amigo y sabe que Simba será exactamente como Mufasa cuando le toque ser Rey.

Simba de niño es un príncipe mimado y echado a perder, el cree que cuando le dicen no, es como si lo estuvieras retando a hacerlo y que siempre puede salirse con la suya, pero todo eso cambia no cuando se muere su papá sino antes cuando ve que por su culpa las Hienas están acorralando a Nala y la van a matar.

Mufasa y Simba tienen su momento de “los grandes reyes del pasado” pero lo interesante fue ver que el actor que interpreta a Mufasa decide quitarse el casco/mascara de león y cantar “They Live In You” como si fuese humano, dándote a entender que esto es un tema serio para que su hijo lo entienda, otra de las maravillas de esta obra, aun cuando todos son animales, la historia es muy humana y con lo que mas te identificas es con el actor y no con el animal, por eso siempre he dicho que esta obra no es para niños.


Scar no quiere ser rey solo por ser malo y querer el poder, el cree que puede ser mil veces mejor que Mufasa porque es mas inteligente y tiene un trauma que nadie lo quería de niño (algo que agarraron de los libros que alguna vez sacó Disney contando esa historia) y cuando logra ser Rey está preocupado porque siente que nadie lo quiere y que cuando hablan de él están planeando su muerte, además de ver la sombra de su hermano en todas partes, por eso decide conseguir una esposa para tener hijos y ser “inmortal”

Hay una escena que me ha venido molestando en los últimos años en la película. Se supone que las leonas son las cazadoras de cualquier manada pero en la película las muestran como Desperate Housewives echando la hueva y platicando todo el tiempo. Aquí por fin ves a las leonas como deben ser, siempre cazando, incluso su canción se llama “Lioness Hunt” y las ves acechando a una gacela hasta que por fin la atrapan y la desmiembran (si, ves la escena así, claro esta, el estilo Broadway) hasta ves a la pequeña Nala aprendiendo a cazar.

Nala adulta ha tomado el rol de segunda al mando de las cazadoras y después del acoso de Scar, decide huir a pedir ayuda y tiene una de las canciones mas bellas y fuertes de la obra “Shadowland” en donde ves el amor que tiene por su tierra y por su familia y es por eso que con el corazón partido decide irse a buscar ayuda.

Ni Timón, Pumba o las hienas tienen un desarrollo diferente al de la película

Simba adulto es otra historia completamente a la de la película, aquí lo vemos siempre buscando su lugar en la jungla al punto en que hasta Timón le reclama que nunca pueden estar en un lugar mas de dos días porque siempre anda buscando su lugar perfecto. No esta tranquilo y su instinto de león esta ahí todo el tiempo, incluso intenta comerse a Timón diciéndole que no puede controlarlo, lo ve y siente ganas de atacarlo sin motivo.

Aun con esa búsqueda constante de su lugar, que también es un escape para no ser encontrado, Simba se ha vuelto conformista, comiendo lo que se encuentra e impresionando a su amigos con actos de valentía que rayan en la estupidez, como brincar un río y retar a Timón a brincarlo también, lo que ocasiona que la zuricata caiga al río y por poco muera en una cascada.

La verdad, el ver los Premios Tony hace tantos años, no entendía porque nominaron a la actriz que hace de Rafiki, pero al ver la obra supe que esa nominación era obligatoria, sus canciones y apariciones son sensacionales y el balance que logra entre ser una mandril cómica, bastante cómica en verdad y un conducto para hacer que Simba entre en razón es impecable (este es el momento en el que habla en un idioma que podamos entender, aquellos que nunca estudiamos suahili y por cierto es la ultima canción de la obra, He Lives In You).

Como es el grupo de gira, han hecho ajustes en ciertas partes de la obra para “homenajear” al país que visitan, en México hicieron varias cosa que no se ven forzadas ni fuera de lugar. Después de quedar fuera del escenario y con una cortina llena de detalles africanos en I Just Can Wait To Be King, Zazú comenta “demonios, perdí a mi ave y esto parece sacado de un cuadro de Museo Tamayo” lo que todos aplaudimos. En otra ocasión, Rafiki cuenta la historia de cómo los espíritus le dieron el nombre de Simba (todo en Suahili) y al final le pregunta al publico en español “¿Comprenden?” o al momento de estar encarcelado por Scar, Zazú canta “El Rey” de José Alfredo Jiménez en lugar de “Nobody Knows My Sorrow” esto por supuesto se llevo el aplauso mas fuerte y siendo sinceros se vieron bastante bien ya que no lo arruinaron con una canción de RBD o alguna estupidez moderna, buscaron algo que todo el público conociera y además que no perdiera el tema.

Ya las he mencionado pero la orquestación y las canciones de la obra merecen un aplauso. Incluso las canciones poperas de Elton John se lograron cambiar a música africana combinada con instrumentos clásicos y modernos como la guitarra eléctrica. Como había dicho, claro que están las canciones que todo mundo conoce pero su unión con las nuevas escritas por Lebo M., Mark Mancipa, Elton John y Tim Rice hacen de este un soundtrack que puede colocarse con los mejores de la historia.

El ritmo africano es pegajoso y poderoso al mismo tiempo, tanto puede ponerte de buenas como hacer que te preocupes o llores, La muerte de Mufasa no funciona sin el coro de leonas cantando un tema bastante melancólico alrededor del cadáver.

Una vez que todo esto es puesto en un solo escenario frente a tus ojos, no puedes hacer otra cosa mas que sonreír y aplaudir hasta que tus brazos se mueran de dolor agradeciendo a los actores y bailarines por estas inolvidables 3 horas y tampoco quieres irte, quieres verla de nuevo pero como dicen “de lo bueno, poco”.


Una vez afuera pude comprarme dos playeras oficiales, aunque de haber tenido de mi talla me habría comprado tres ya que la que no pude tener es LA playera: negra, con la máscara de Scar del lado izquierdo y del lado derecho la frase “I’m Surrounded By Idiots”.

Afuera del Auditorio Nacional decidí comprar mi taza y un llavero, nunca he sido de comprar llaveros en los eventos pero ahora me dieron ganas de uno y fue ahí donde tuve excelente suerte.

Fui con una de mis tías y mi abuela (pedí los boletos de regalo de navidad, nada pendejo porque en verdad salieron en un ojo de la cara) pero por mala suerte, mi tía se fracturó un poco la cintura, aun así quería ir y la fui ayudando a caminar con toda la calma del mundo, al terminar la obra nos esperamos a que todo el público saliera para no ser empujados, esto tomó mas de 25 minutos y luego caminar despacio para salir del lugar y bajar las escaleras para llegar al carro.

Habiéndolas dejado en el carro fui a comprar mi taza y llavero, a mi lado había dos mujeres negras, bastante jóvenes y siendo sinceros una de ellas si estaba bien, estaban hablando en ingles con la mujer que vendía las tazas y cuando les dijo el precio no lo entendieron, junto a ellas estaba una pareja y les preguntaron que quería decir “ochenta” y después de traducirles el precio, la chava se avienta y les dice “¿Ustedes son de la obra?”En cualquier otro momento ese comentario pudo haber traído problemas, digo, asumir que por ser gringas y negras iban a ser de la obra! Pero resulta que si eran de la obra, una de ellas, fijándome bien, tenia la cara un poco roja y antes de que yo pudiera decir algo, la negra bonita le dice “yo soy una bailarina y ella es RafikiMI PINCHE SUERTE!!! Yo ahí y sin cámara!, he decidido no usar la de mi celular por que no puedo pasarlas a mi computadora. Así que lo único que pude hacer fue felicitarlas y estrechar la mano de la que era Rafiki diciendole que tenía una voz impresionante y que su actuación había sido mi favorita, lo cual me agradeció aun debajo de su chamarra, me imagino que para protegerse del frío que estaba haciendo y no joderse la voz.

Así terminaron 10 años en los que esperaba ver esta obra, salí completamente emocionado y deseando que aun hubiera boletos para cualquier otro día y revivir la experiencia. Disney no solo se ha sacado un 10 con The Lion King sino que redefinió la forma de hacer teatro musical.

I’m Out!!!

1 comentario:

Anonymous dijo...

te felicito hermano,. jamas habia leido deuna obra con tanta pasion como la has escrito ...mis aplausos para ti tambie.,