Tal vez en muchos aspectos personales, este no ha sido el mejor año de Mel Gibson pero después de ver su actuación como Walter Black en Mi Otro Yo (The Beaver) no podemos negar la calidad histriónica de este dos veces ganador del Oscar y quien fuera una de las mayores estrellas taquilleras de los 90's.
Bajo la dirección de Jodie Foster, Mi Otro Yo trata sobre un hombre sumergido en la depresión y como esto ha afectado a aquellos más cercanos a él, Su hijo mayor busca distanciarse de él lo más que puede, el pequeño de la casa es un solitario en la escuela y su esposa ya se ha cansado de tratar de ayudarlo así que termina corriendolo de la casa. Todo va cuesta abajo hasta que Walter encuentra un títere en forma de castor dentro de la basura y decide usarlo como terapia.
Es obvio que ver a Mel interactuar con el títere causa mucha gracia y demuestra las tablas tanto de la directora como del propio Gibson pero donde en verdad destacan no solo el protagonista sino todo el elenco, es en el drama al tratar un problema como el de una familia disfuncional que tiene que llegar a extremos para volver a conectarse lo cual también la hace un poco "fantasiosa" al querer resolver todo de manera rápida incluso para una película.
Jodie Foster logra capturar lo negro en escenarios tan comunes como una casa, oficina o escuela, pero la gran distracción que es dirigir ocasiona que su participación como la matriarca de esta familia pase casi desapercibido incluso con la estupenda actuación de los jóvenes Anton Yelchin y Jennifer Lawrence, la pareja adolescente entre el genio y la porrista que descubre todo lo que tienen en común.
Mi Otro Yo (The Beaver) es una película bastante recomendable para los amantes del buen drama (ojo de no confundir con comedia) con un tour-de-force por parte de Mel Gibson a quien no dudaría ver en la próxima entrega de los Oscares. Vayan a verla.
10/10
I'm Out!!!!
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