En esta época de verano donde las películas de acción inundan las salas de cine, les presento un clásico de animación europea que los pondrá a reflexionar. Basada en el libro francés llamado "Oms en Série" de Stefan Wul, "La Planète Sauvage" (también conocida como "El Planeta Salvaje" o "Fantastic Planet") nos cuenta una historia donde los Draags, una raza de alienígenas gigantes, dominan el planeta de Ygam. Los humanos, aquí conocidos como "Oms" son usados como mascotas, pero los Oms salvajes son considerados una plaga que debe ser exterminada cada cierto tiempo.
La película se centra en la vida de Terr, un Om bebé cuya madre muere cuando unos niños Draag juegan demasiado pesado con ella y la matan por accidente. Una niña Draag, Tiwa, escucha los llantos del bebé y convence a su papá de adoptarlo como una mascota. El padre accede y le coloca un collar especial que le permite a su hija controlarlo por medio de un brazalete. Terr tiene la fortuna de poder escuchar las lecciones de su ama y esto le permite aprender todo acerca de la raza Draag.
Cuando el papá de Tiwa le prohibe compartir sus lecciones con Terr, éste se escapa y logra evadir el poder del collar gracias a una mujer Om salvaje que lo ayuda a cortar el collar y lo lleva con su tribu. Aquí Terr aprende acerca de la vida de los Oms salvajes y descubre que su conocimiento de los Draag es temido por varios, sin saber que éste conocimiento será la clave para el futuro de los Oms.
Renté esta película porque la portada me llamó muchísimo la atención. La animación me traía recuerdos de Salvador Dalí, y aunque debo admitir que los primeros quince minutos de la película pensé que era una fumada total, debo confesar que al final me agradó bastante. Haciendo investigación para este post me enteré que esta película es de 1973... y apenas la están estrenando en México en DVD y Blu-Ray. Al parecer ya la habían pasado en televisión abierta, pero no se podía conseguir en ningún formato hasta julio de este año. Esta coproducción de Checoslovaquia y Francia, dirigida por René Laloux, ganó el Grand Prix del Jurado en el Festival Internacional de Cannes de 1973, y honestamente creo que lo merece.
Esta película me encantó porque me hizo reflexionar acerca de cómo tratamos las razas que consideramos inferiores a las nuestras; además de ser una de esas películas que trascenderá los años sin problema, ya que es un tema universal que nunca dejará de ser válido. Altamente recomendable para aquellas personas que quieran ver algo diferente.
9.5/10
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